Otro testimonio de frustración y decepción de campaña se escuchó esta mañana cuando una empleada municipal se encadenó en las puertas de la intendencia de Tartagal. Se trata de Adriana Gil, una trabajadora municipal que trabajó en la campana del actual intendente Hernández Berni, quien le prometió una planta política si el llega al poder, ademas de comprometerse a brindar trabajo a la cooperativa que la mujer lidera.
Gil expresó su preocupación respecto a que lo que gana (95 mil pesos) no le alcanza para vivir ni para cubrir las necesidades de salud de ella y de su marido que sufrió un ACV y tuvo que ser intervenido de urgencia. La cooperativista menciona que el intendente no ha atendido sus pedidos ni mensajes, procediendo a bloquearla en el teléfono, cuando antes “en tiempo de campaña” mantenía un dialogo fluido y permanente con ella y su equipo.
“Le pedí a Franco que al menos nos incluyera en 7 planillas; él me dijo que no podía hacerlo porque no hay fondos disponibles, ya que el anterior Intendente malversó el dinero. Sin embargo, veo que sigue ingresando personal a planta política y la Arquitecta Guayán conoce mi trabajo”, afirma Adriana.
“Mi sueldo actual es de 97 mil pesos al mes, tengo un esposo con ACV y debo comprar sus medicamentos a través de ATE. No me queda dinero, por eso solicito ayuda para mi cooperativa. He intentado comunicarme con Franco en vano, también he contactado a Pancho Alderete y otros, pero no he obtenido respuesta. Incluso fui candidata a concejal con Mili Ramos, quien también me cerró las puertas. Me siento avergonzada por tener que recurrir a esto, pero estoy desesperada”, finalizó.
Adriana afirma que durante la campaña electoral, el intendente le prometió un cargo político y 4 puestos permanentes, además de 7 planillas, pero no ha cumplido con su palabra. “Los políticos siempre hacen promesas, pero ya no confío en ellos. Sin embargo, necesito ayuda”, añade.
