Una familia con cuatro hijos necesitaría más de 30 mil pesos para disfrutar del Corso Color en Tartagal. La inflación también llegó a la cultura de la localidad norteña.
Hace unos días, se anunciaba a través de una conferencia de prensa, la realización de los tradicionales Corsos Color en Tartagal y en la oportunidad se informó a la comunidad que el valor de la entrada rondaría entre $1000 y $2000 por persona cuando el año pasado el mismo era de $300.
En ese marco, El Observador salió a investigar para hacer cuentas. ¿Cuánto le costaría a una familia tipo, con cuatro hijos mayores de ocho años, disfrutar de los shows que brindan las comparsas locales con los bailes típicos, jugar con la nieve, cenar algo y volver a la casa?
Este medio puedo relevar los siguientes precios:
Entradas (suponiendo que cada integrante de la familia sea mayor de ocho años): $2000 x 6: $12.000.
Sillas: $1000 x 6: $6000.
Nieve: $1000 x 6: $6000.
Gaseosa de litro y medio: aproximadamente $2000.
Sándwich: $3000 x 6: $18.000, tal vez menos si se comparte mitad y mitad.
La suma total de los gastos que una familia tipo debería contemplar al asistir a los corsos rondaría los $44.000 pesos, tal vez menos si se implementan estrategias de ahorro como: compartir una gaseosa entre seis, y compartir un sándwich mitad y mitad, observar el desfile de las comparsas parados y turnarse las nieves para jugar.
Evidentemente, el hecho de monetizar de manera inflacionaria la cultura local es otra estrategia que el pollo del exintendente Leavy, que acostumbraba a llevar a su casa la recaudación municipal, implementó para poder sostener el aumento de la planta política en la intendencia y que debe pagar todo el pueblo tartagalense.