El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la séptima revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas con Argentina, desembolsando US$4700 millones y estableciendo nuevas directrices para el programa.
Dentro de este acuerdo, se establecen tres metas clave a cumplir: el déficit fiscal, la acumulación de reservas y la emisión monetaria. Debido al incumplimiento de las dos primeras metas, Argentina solicitó dispensas al FMI por las medidas cambiarias temporales que resultaron en restricciones cambiarias y prácticas de moneda múltiple.
En cuanto al déficit fiscal, el staff report del FMI establece la necesidad de alcanzar un superávit primario del 2% del PBI para este año. Esta meta ha experimentado modificaciones significativas, ya que en la última revisión se preveía un déficit fiscal primario del 0,9% del PBI para 2024.
Para cumplir con este compromiso, el FMI explicó que se implementarán impuestos temporales a las importaciones, se fortalecerán los impuestos a los combustibles, se avanzará en la reducción de subsidios a la energía y el transporte, y se llevará a cabo una racionalización de los gastos administrativos y las políticas de menor prioridad.
Sobre las reservas, el FMI estipuló que el país deberá alcanzar una acumulación de reservas netas desde el 10 de diciembre de 2023 hasta finales de septiembre de 2024 por US$7600 millones. Ese número llega a US$10.000 millones a fin de año.
El organismo también dijo que el Gobierno se comprometió a levantar las restricciones cambiarias “en el corto plazo”, es decir, a fines de junio, y que la política cambiaria “debería continuar asegurando los objetivos de acumulación de reservas”.
Por otra parte, el entendimiento ya tenía en cuenta anteriormente que la emisión de pesos para financiar al Tesoro debía ser nula y ahora el documento volvió a insistir en que se elimina todo el financiamiento monetario del tesoro, con una definición ampliada para incluir compras de bonos en el mercado secundario
Pero además, el documento deja entrever otros compromisos que asumió el Gobierno con el FMI. Entre ellos, figuran: publicar a finales de mayo de este año reformas detalladas del actual esquema de segmentación tarifaria para orientar mejor los subsidios a la canasta básica de energía para los hogares vulnerables; eliminar el esquema de exportación preferencial existente hacia finales de junio de 2024 (es decir, la posibilidad de liquidar una parte de los dólares al tipo de cambio financiero).
Por último, el Gobierno se comprometió a desarrollar y ejecutar un plan destinado a extender los vencimientos de una parte de la deuda interna que vence este año para finales de marzo de 2024; a limitar los atrasos en el gasto interno y también a eliminar el tope a la intervención del Banco Central en dólar futuro, “sobre la base de los fuertes compromisos de la nueva administración”
De acuerdo al documento que acordaron el organismo con el Ejecutivo, esta redefinición del programa persigue el objetivo de alcanzar el déficit fiscal e implica “un ajuste sin precedentes” de alrededor del 5% del PBI.