Esta semana, Mauricio Macri regresó de sus vacaciones con el propósito de “normalizar” su espacio político, el PRO, que se encuentra agitado debido a la amenaza del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, hacia el presidente Javier Milei.
En una carta publicada en redes sociales, Torres advirtió que, de no recibir los fondos coparticipables, su provincia dejaría de proveer gas y petróleo al país. Ante esto, Milei respondió desafiante, instándolo a seguir con su amenaza y enfrentar las consecuencias legales.
En medio de esta situación, Macri busca calmar la disputa entre el gobernador de su partido y el presidente libertario para mantener la alianza PRO-LLA. Ya ha mantenido reuniones con los gobernadores de Entre Ríos y Chubut, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, respectivamente, con el objetivo de proteger los territorios administrados por el PRO en el país.
Sin embargo, la paz parece lejana, ya que Torres ha iniciado acciones para detener la exportación de petróleo y gas de su provincia a partir del próximo miércoles, respaldado por otros gobernadores, incluido el de Salta.
En esta disputa también ha intervenido Patricia Bullrich, presidenta del PRO y funcionaria de Milei, quien ha señalado que “un miembro del PRO no puede plantear una rebelión amenazando con cortar el suministro de petróleo, generando incertidumbre a nivel nacional e internacional”.
La ministra de Seguridad, en línea con Macri, busca mantener la “fusión” entre el PRO y Libertad Avanza, destacando que “promover una secesión nacional no es la solución y no representa los valores de nuestro espacio político”, según declaraciones a los medios.
