En una entrevista, Federico Benegas, empleado de ENACOM Salta, explicó que al presentarse a trabajar el miércoles, él y sus 16 colegas se encontraron con una custodia policial que les impidió el acceso a la oficina. Benegas mencionó que previamente habían sido informados sobre una intervención a nivel nacional y un período de transición de 60 días.
A pesar de no haber recibido notificaciones individuales, decidieron ir a trabajar como de costumbre. Sin embargo, al llegar, se les pidió que designaran a un compañero para evaluar la situación del organismo, sin darles más instrucciones. Además, se les prohibió entrar a recoger sus pertenencias.
Benegas señaló que hay empleados con más de 10 años de servicio y que el cierre de esta y otras 26 sedes en todo el país se realizó sin un criterio claro. Advirtió que esta medida dejará a los habitantes de Salta a merced del libre mercado.
Por último, Benegas expresó su preocupación por la falta de autoridades provinciales que les orienten en esta situación de incertidumbre, ya que la oficina está inactiva y no reciben ninguna información. “Es fundamental asegurar la diversidad de opiniones”, concluyó.
